En la corrida del pasado domingo 5 de octubre, en Pachuca,
Hidalgo, se suscitó una situación vergonzosa, el juez de plaza por los
micrófonos, expuso que los picadores debían salir a picar con las puyas que la
autoridad en Hidalgo les daba. Esto sucedió hasta el tercer toro, correspondiente
a Juan Luis Silis. ¿con qué puyas picaron entonces a los dos toros anteriores,
correspondientes al “Zotoluco” y al “Cejas”?
¿Por qué se negaban los picadores a usar otras puyas que no
eran las suyas?
Todo esto, dio una pésima imagen de nuestra Fiesta, y sucedió
justo en una corrida televisada, en un asunto que debieron ellos, juez y
picadores, haber arreglado desde el sorteo, no ahí, con un público que paga un
boleto por ver un espectáculo de primera.
Acabando la corrida, me contactó un picador de la Unión
Mexicana de Picadores y Banderilleros, preocupado y enojado, porque obviamente fue
una situación muy vergonzosa, sobre todo para ellos. Y emitió algunos
argumentos, para que basados en ellos, fundamentara mis opiniones. Cabe señalar que él no fue a picar a esa corrida, sin embargo, expone los puntos desde la perspectiva de su profesión.
Expongo tal cual, lo que me compartió.
• Comentó que desde la hora del sorteo presentaron una caja
de puyas, pero que nadie conocía su procedencia. Ellos, como profesionales,
desconocen si tienen filo, si sirven, quién las hizo y si son aptas para
cumplir su trabajo.
• Dijo que en México sólo los Martínez, del D.F. y el señor Manuel,
de San Luis Potosí, hacen puyas certificadas, a las cuales los picadores ya les
tienen toda la confianza.
• Comenta que se lleva al pie de la letra el reglamento
taurino del D.F. y en provincia todos se rigen bajo ese mismo reglamento.
• En plazas de primera categoría se llevan cajas de puyas, que
deben estar certificadas.
Por ende, no hay ningún problema en usarlas, porque los
picadores saben que cumplen estrictamente con el reglamento, conforme a lo
largo, a la almendra, conforme al marcaje que manda el reglamento taurino.
“Lo que sucedió, es que nos quisieron sorprender con la caja
de puyas que supuestamente mandó el Ayuntamiento de Hidalgo, de las cuales
ignoramos su procedencia. Los mismos compañeros que hacen las puyas, pueden
presentar una queja porque no se les rentan a ellos, cuando ellos cuentan con
la certificación.
Ahora, la realidad es que al toro hay que castigarlo, si no
conoces las puyas que te da una plaza de toros, con las que debes hacer tu
trabajo, no vas con la misma confianza a que si fueras con tus puyas. Nosotros
tenemos puyas de reglamento, que sabemos que están afiladas y conforme a la
norma, porque de eso depende nuestro trabajo, de que le partas la piel al toro,
de que lo piques. ¿Qué pasa si utilizamos esas puyas que dieron en Pachuca y no
le partimos un solo pelo al toro? ¿qué crees que va a hacer un torero? Nos va a
decir ¿sabes qué? que no me sirves, porque no picaste al toro. Por eso existió
ese problema”.
¿Por qué no lo vieron
desde el sorteo?
Seguro los picadores no accedieron y tuvieron que esperar
hasta la hora para tomar una decisión. Y fue buena la estrategia, el juez
esperó hasta que diera la hora y echarle encima al público a los picadores. Al
fin siempre somos los malos. Usaron al público como arma en contra de los
picadores, para presionarnos.
¿En algún toro
probaron las puyas?
“Las puyas llegaron nuevecitas, sin usarse antes, como te
comento ¿si se rompen, si no sirven? ¿Si no tienen filo? Si te las llevaron con
el tiempo encima, ya casi para partir plaza, no tenemos tiempo ni de afilarlas
con una piedra. Nosotros debemos tener la confianza de que las puyas sirven, si
no, arriesgamos nuestro trabajo. Ningún matador nos va a querer seguir
llevando. Y justo en el tercer toro, salía a picar Juan Antonio Martínez, el
hermano del fabricante de las puyas, así que con todo conocimiento de causa, él
podría decir si servían, o no”.
“La empresa debió tomarse la molestia de ir a la agrupación y
decirnos: Hay una caja de puyas que echaremos en la feria ¿podemos contar con su
confianza para probarlas, conocerlas y poder trabajar con ellas? No existió
eso, sólo llegaron y querían que actuáramos con ellas.
¿Qué pasará con el
resto de la feria?
“Llegar a un acuerdo, probar las puyas, y si van a
preocuparse por reglamentar sus puyas, también deberían preocuparse por llevar
una buena cuadra. Esa corrida se picó con un solo caballo, mismo que se dejaba
llevar muy fácilmente por el toro”.
¿Qué autoridad
certifica las puyas que se han de usar en cada plaza?
“Juez de plaza, juez de callejón, autoridad de la Comisión Taurina
y delegados taurinos”.
¿Qué características
deben tener unas puyas certificadas?
“Las puyas tienen forma piramidal de tres aristas, cada una
de las aristas mide 26 mm en novillada y 29 mm en corrida de toros”.
¿Contaban las puyas
de Pachuca y las que los picadores querían usar, con las mismas
características? ¿de todo a todo?
“Las puyas que usualmente utilizamos están apegadas a las
medidas reglamentarias, obvio, se cuenta con la confianza que cada uno de los
compañeros le tiene a su herramienta de trabajo”.
Si un proveedor nuevo
presenta sus puyas ¿cómo debe hacer para certificarse y convertirse en otro
proveedor?
“Tienes que cumplir con los requisitos que pide el
reglamento taurino para poder entrar al mercado. Es importante recalcar que el
material que tienen que utilizar debe ser de buena calidad, ya que de eso
depende ganarse la confianza de los picadores para poder usar sus puyas”.
¿Se habló de ésto en
el sorteo?
“Se platicó este asunto, pero el uso de una puya en corridas
de toros no es cosa de juego o de experimentos, los toros tienen que ser
picados y ni la magnitud del cartel, ni los toros que estaban en los corrales,
se prestaban para arriesgar el trabajo, ni la confianza que te brinda el
matador”.
¿Por qué no hubo este
problema en los dos toros primeros?
“El problema surgió desde el primer toro, pero la autoridad
lo quiso hacer patente en la pica del tercer toro, pero justo este es el tema
central de la discusión, dejemos que la autoridad y los compañeros cuenten su
versión para crear los juicios apropiados”.
¿Te ha pedido algún
matador que uses una puya que no cuente con la normativa?
“Los matadores te piden que piques sus toros, ellos no te
revisan las puyas, pero ya depende de uno si pica a un novillo con puya de toro
o novillo, o viceversa”.
¿Sientes que se ha
desvirtuado la función original del tercio de varas?
“Si la suerte de varas se tuviera que llevar a cabo como lo
dice la regla, sería aún peor, pues un toro tiene que acudir al encuentro con
el caballo de una a tres veces, y desafortunadamente la afición tiene un nulo
conocimiento acerca de nuestro trabajo, pues desde el primer encuentro ya están
preparados para insultar y chiflar sin saber lo fundamental que es la suerte”.
¿Ahora cuál es su
objetivo primario?
“Descongestionar, restar fiereza y fuerza, corregirle la
embestida en la cabeza es fundamental para la lidia, ya que es así como el toro
acude con la cabeza humillada a la faena de muleta”.
¿Por qué pican
a los toros cada vez más atrás?
“Los toros se pican donde se tienen que picar, atrás de la
bola del morrillo, a la altura de las agujas, ya que de lo contrario, a los
matadores no les sirve de nada que se les pique atrás. La función del puyazo es
corregir la embestida y la vena que hace que destronque un toro, es justo en
ese sitio”.
Ahí se los dejo…
3 comentarios:
El cuadro que acompaña la nota no es acaso el Picasso "Retrato de un picador"? Sé que pintó ese cuadro (o uno similar) antes de los 15 años.
Decía el mismísimo Pablo que le tomó 15 años aprender a pintar como Rafael y el resto de su vida para pintar como niño.
Saludos y felicidades por tus notas siempre tan interesantes.
Estimado... esta es una obra del mismísimo Diego Rivera. "El Picador". Un cuadro que personalmente me encanta. Te mando un saludo y gracias por comentar.
PICADOR . . . CESAR MORALES.
“Lanza de su amor primero, triunfador, . . .varilarguero”.
En las lidias de El Zapata,
¡que Dios la suerte reparta!,
toca turno al picador,
joven serio . . . soñador.
Lancero, Cesar Morales,
palos largos, señoriales,
primer tercio, el de las varas,
dos metros miden sus jaras.
Del buen toro, sus misterios,
arranque desde los medios,
macho que asiste a la cita,
te da gloria, . . . te la quita.
El peto de aquel caballo,
cuatro patas, sin desmayo,
viril, el varilarguero,
garrocha, punta de acero.
Albarda que va certera,
fiel sangrado a la primera,
descongestionar al toro,
con la puya del decoro.
En acción, muy pinturero,
un lomo su alfiletero,
hasta me faltan palabras,
arrimón . . . que para en tablas
De un astado la querencia,
Cesare digna cadencia,
señorial, caballeresco,
por tal lance pintoresco.
Salida al tercio, entre palmas,
ovación de miles de almas,
“Bienvenido”, Reyes Huerta,
la fama toca a la puerta.
Hay arte que tiene prisa,
como el viento se desliza,
pica sutil, . . . cual saeta,
parte pelo una lanceta.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México. Distrito Federal, a 07 de abril del 2015
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