domingo, 28 de febrero de 2010

El sueño de Hilda


Existe mucha distancia entre soñar y hacer realidad un sueño. Para ello se requiere preparación, tenacidad, perseverancia y una gran vocación. Pero, aún con todo esto, ninguno se realiza si no hay detrás de todo gran soñador el apoyo y la fortaleza de quien más puede amar a una persona… en este caso, sus padres.

Yo ya estaba emocionada desde que vi a Hilda en el patio de cuadrillas, estaba tratando de imaginar todo lo que ella sentía, ese momento tan intenso en el que ya no se piensa, sólo se dejan fluir los sentidos, que gracias a la acción de la adrenalina, se agudizan al máximo, percibiendo los colores más intensos, oyendo la respiración de los caballos, sintiendo hasta la más fina partícula de arena bajo las zapatillas, la banda de música se escucha claramente, pero no se puede definir cuál pieza es, aunque la hallamos oido cientos de veces… el olor a estiércol te embriaga, y ese olor, te parece increíblemente placentero, y cada vez que lo huelas, así sea en unas caballerizas o en un día de campo en La Marquesa, tu corazón dará un vuelco y desearás, aunque sea una vez más, vivir de nuevo esa sensación… bueno, yo me imagino que eso pasa… habrá que preguntarle a la matadora.

Y es que por más que queramos tratar por igual a un torero que a una torera, pues hay diferencias que se ven a simple vista, como la fragilidad física de una mujer y sus fuerzas. Los capotes, muletas y estoques pesan una enormidad, y esto se duplica cuando se siente miedo. Entonces, para una mujer, además menudita, se dificulta aún más. Y luego esos toros, sobre todo el primero ¡que alto era!

El haber logrado la alternativa en la Plaza México tiene un enorme mérito y una gran importancia. Mi enhorabuena más sincera a Hilda Tenorio y un gran reconocimiento a sus padres, quienes merecidamente han recibido el honor del brindis de alternativa de parte de su hija. Esos padres que aún con todo el miedo del mundo porque a su niña le pase algo, la apoyan. Olé por esa madre que carga su videocámara y cuyas imágenes seguramente habrán salido muy movidas por el nervio, esa madre que es la misma que la vistió en el hotel y que le hizo su colita de caballo, aún deseando que su hija estuviera ese domingo en el cine viendo una de vaqueros, en vez de estar jugándose la vida.

No sabemos a partir de este triunfo de Hilda Tenorio cómo se desarrolle su carrera, ya que los toreros son muy celosos y seguramente habrá muchos que le pongan trabas para alternar con ellos, lo que si sabemos, es que Hilda logró su sueño, tomó la alternativa en la Plaza de Toros México, pasando así, a la historia.

Que este sea sólo un ejemplo para que todo aquel que persiga algo, no deje de correr… hasta alcanzarlo.

domingo, 21 de febrero de 2010

Centauros y Otros Seres


Quizá toda leyenda mitológica parta de una visión real, en la que uno es capaz de ver seres, aparentemente imposibles.

En la decimoséptima corrida de la temporada en la Plaza de Toros México, vi jugarse la vida a un Centauro. No se si fue real, o me rebasó la emoción, pero vi a un ser, mitad hombre, mitad caballo, vi a un ser que lleva años siendo leyenda, y seguirá siendo leyenda, lo que dure la historia del toreo.

Antes de Pablo Hermoso, el arte del rejoneo era un espectáculo de relleno, donde el rejoneador toreaba un solo toro, y a la gente no le interesaba mayormente si llegaba a tiempo para verlo.

A partir de la incursión de Pablo en este arte, todo cambió. Pablo Hermoso marcó parámetros que nadie ha podido, ya no digamos superar, sino por lo menos igualar.

Hablar de este rejoneador navarro es marcar el antes y el después del rejoneo mundial. El rebasa por mucho lo que hasta el momento de su aparición se había hecho, logrando que su espectáculo sea, no sólo atractivo para aficionados a la fiesta brava, sino un espectáculo capaz de agradar a todo tipo de público por su técnica, estética y emoción.

Pablo Hermoso se une a su caballo para convertirse en un sólo ser, ese mitológico Centauro, donde una parte piensa, otra manda, otra ejecuta... y no sabremos nunca donde acaba el hombre y empieza la bestia.

La comunicación entre los dos es automática, la sensibilidad de ambos se mezcla logrando una obra en movimiento, que dura segundos, pero que conmueve a todo aquel que tiene la suerte de presenciarla. Son dos seres en perfecta comunión, que deciden invitar a danzar a un tercero, que colabora para crear sinergia con esos dos extraños seres, ¿o es sólo uno?…

Lo cierto es que resulta increíble la manera en que se puede llevar tan toreado un toro, templándolo a la distancia exacta, poniendo de carnada un cuerpo, y ese cuerpo, en un diálogo franco con su amo, encarando al toro, pero no con soberbia ni arrogancia, sino con complicidad, sin perder ni un segundo la estética y elegancia. No se van de más, ni se dejan alcanzar, todo es preciso, es increíble como se puede utilizar el cuerpo del caballo como muleta, dando los pases más templados y los trincherazos más profundos que hemos visto.

Me ha tocado la fortuna de ver a Pablo Hermoso de Mendoza en muchas tardes, y siempre me sorprende, me emociona y me conmueve, junto con sus increíbles caballos, más toreros que muchos, que hasta figura se dicen.

domingo, 14 de febrero de 2010

No todo son derechazos y naturales


La 16a Corrida en la Plaza de Toros México resultó ser de lo más tediosa.

Los toros bien presentados de la ganadería de Xajay, y haciendo el paseillo, Fernando Ochoa, Juan Bautista y Pepe López.

De Fernando Ochoa no hay nada que decir, después de todo lo que ha toreado y el apoyo que ha tenido, es el colmo que sea tan conformista y gris, cuando hace algunos años apuntaba para ser figura del toreo. Después de tanto tiempo de alternativa, es hora de aceptar que no va a hacer nada más. No demostró nada. Por más que se mostraba empeñoso y engallado, nadie se lo compró, a nadie emocionó, tuvo escasos buenos momentos que se borraron en la mente de todos al siguiente segundo. Ya es una necedad seguir viéndolo, y mucho más necedad, seguir poniéndolo en los carteles.

El francés Juan Bautista fue el que mayores recursos demostró, logrando por momentos detalles artísticos pero sin mayor transmisión. Se mostró valiente y empeñoso. Lástima que su labor no fuera lo suficientemente meritoria como para guardarla en la memoria. Le faltó conexión con el tendido, y es que no cualquiera tiene ese don de hacer vibrar en una sola voz a un público ansioso de momentos memorables, eso sólo lo logran unos cuantos, de ahí que sea tan dificil ser figura del toreo. Esperemos verlo en otra tarde de mayor más intensidad.

Pepe López. Para andar mechudo hay que tener personalidad y bonito pelo, de ahí un consejo, ¡córtenle su pelito a esa criatura! y es que como en todo… habrá a quien le quede, habrá a quien no le quede. Lo vi muy verde, sin recursos y sin un apoderado que lo orientara sobre la lidia adecuada que necesitaban sus toros, los cuales no se prestaban para faenas adornadas, sino que eran para doblarse y hacer una faena más de dominio y poder, pero volvemos a lo mismo, si no los entrenan para este tipo de toros, si solo los entrenan pensando en que saldrá el toro soñado, pues poco podrán resolver a la hora de salir por toriles animales que impliquen dificultades, situaciones que requieran recursos y técnica para verse bien, logrando que el público reconozca el mérito de esa lidia.

La entrada, como era de esperarse, fatal.

lunes, 8 de febrero de 2010

El Milagro del Arte


Desde siempre, el hombre ha tenido la necesidad de expresar sus emociones, sentimientos e ideas a través del arte. Esa válvula de escape cuando el corazón está como olla express, a punto de estallar.

Se llama arte cuando se crean obras únicas e irrepetibles, que a su vez transmiten a quien las ve, algo intangible, pero inegable. Conmueven sin saber por qué. El artista descarga toda su pasión, mientras que el espectador la absorbe, sin darse cuenta, o quizá si, transformando ese momento, en un instante eterno.

Es ahí, en esa manifestación, donde un hombre común tiene la facultad de transformarse en un ser místico, en un alquimista que mezcla elementos, logrando efectos, ese hombre es aquel que expone lo más íntimo que posee, su alma.

El pasado viernes, 5 de febrero, tuvimos la afortunada ocasión de presenciar el milagro del arte, ese efímero momento irónicamente imborrable, gracias a un francés, aparentemente inexpresivo, frio y arrogante. Pero que, cuando está frente a su cómplice, mientras la muerte juega su papel de moderadora, expresa todo lo que no puede de otra manera. Es ahí y solo ahí, donde la escena se transforma, a través de detalles y movimientos de una plasticidad casi insoportable, en la que ambos, toro y torero, se funden en un sólo ser, inconcebible uno sin el otro.

Ni su torpeza con el acero, ni la rechifla del público por negarse a matar a uno de sus toros pueden borrar lo que hizo.

Mucha polémica desató esta corrida de aniversario, iniciando por el cartel, un desconcertante mano a mano, en donde uno de los alternantes carecía de mérito para estar ahí. Seguido por el cambiadero de toros, que sigo sin entender, dónde está, primero el ganadero, que los elije para una corrida tan importante, donde está el juez que los autoriza, y luego, según dicen los cronistas (a saber si es cierto), que el mismo Castella fue a escoger a sus toros, ¿Cuál es la verdad? Quien sabe.
Luego la polémica porque Sebastián se negó a matar a un toro ya picado. Hay quien dice que está bien, otros que no, pero lo cierto es que ésto dejó a relucir una total falta de autoridad en la Plaza México, donde cada quien pone sus condiciones.
Yo, que no se nada de mercadotecnia, creo que ya puestos en el hecho de que no quiso matar al toro, se lo hubieran llevado, al final de la corrida, detenido por desacato a la autoridad, esto hubiera generado mayor polémica, después de lo enorme que estuvo, traduciéndose en un cuento grande, creándole toda un aura de rebeldía, mezclada con su inmenso valor y ese arte que tiene.
Total, sólo se hubiera quedado un par de horitas, mismas en las que El Saltillense le hubiera sacado unas extraordinarias fotografías vestido de luces tras las rejas, y el juez le habría dado a la México el lugar que merecía en su aniversario.

Les digo que la mercadotecnia no más no se les da.

lunes, 1 de febrero de 2010

Tarde de Toreros, no de Toros


13 Corrida en la Plaza de Toros México

Julián López “El Juli”
Arturo Macías “El Cejas”
Mario Aguilar

Ganadería:
Bernaldo de Quirós

Tarde de confirmación de alternativa para el jóven hidrocálido, Mario Aguilar, con el toro Tamarindo. Inició mostrando maneras con dos templados lances. Lástima del viento y de los toros que, en términos generales fueron descastados. Mario en sus dos turnos mostró hechuras que nos hacen tener grandes expectativas en él, tuvo dos detalles de gran arte, que fueron lo más memorable de la corrida. Malogró su labor con la espada. Pero la siguiente vez que lo anuncien, con gusto lo veremos.

El Juli, en su primer toro, con el capote inició con gran brusquedad, dando unos chicotazos muy feos, después mejoró llevando el toro al caballo con unas bonitas chicuelinas andantes. Quite por Chicuelinas, no estuvieron mal, pero tampoco emocionaron mayor cosa. Un toro descastado, sin emotividad, por lo que El Juli tuvo que sacarle muletazos a fuerzas, mostrándose muy valiente, aguantándolo mucho. Para culminar su faena, logró una estocada perfecta para cortar dos orejas. Su segundo toro tampoco cooperó, le faltaron fuerzas y mató de otra buena estocada.

El Cejas. Una vez más, dando pelea. Su primer toro, para variar, mansurrón, empezó atropellándole el capote, pero El Cejas le imprimió gran emotividad a su labor, esperándolo en los medios para hacerle un quite, que no resultó limpio, pero si emocionante, ya que el toro no era para nada fijo. Con la muleta tuvo también muchos momentos muy intensos, con cambiados por la espalda y un gran aguante. La gente estaba con el. El toro ya solo tenía medias embestidas. Mató de excelente estocada cortando dos orejas.
Con su segundo toro salió igual de entregado, arriesgando y mostrando creatividad en sus recursos. Mal con la espada.

En general y pese a lo manso del ganado, resultó una corrida interesante donde los toreros estuvieron por encima de los toros, volvimos a ver al Cejas muy bien, y vimos a una gran promesa del toreo de arte, Mario Aguilar.

Pasemos ahora a otro tema: el de los comentaristas que nos tocó en suerte escuchar esta tarde.
En el mundillo taurino es muy común que se den coba los unos a los otros. Esto ocurre entre toreros, ganaderos, empresarios y… comentaristas. Pero hasta para eso hay que ser finos.
Ayer en la transmisión estuvieron invitados Rafael y Carlos Loret de Mola. Todo transcurrió bien, me gustó sobre todo Rafael, hasta que hubo ocasión de mencionar el veinte aniversario de la muerte del maestro José Alameda. Tuvo Rafael el mal tino de comparar al jóven Murrieta con Alameda ¿cómo se atreve? ¿cómo podemos comparar la obra literaria de Alameda, con libros como “Los Heterodoxos del Toreo”, con el libro, que sin ir más lejos Murrieta está por presentar: “Pajarito… el Vuelo Histórico”? ¿Cómo que un libro dedicado a Pajarito?, toro de la ganadería de Cuatro Caminos, cuyo único mérito fue saltar al tendido hiriendo a varias personas y causando pánico, para minutos después ser sacrificado en las primeras filas de barrera. Ese es el "profundo tema" del libro del jóven Murrieta, que bien pudo haber resuelto en dos páginas en un publirreportaje de una revista sin mayor ruido ni publicidad, ni inversión, ya que el tema, no lo amerita, ahora resulta que a este “primer espada” se le compara con el gran Pepe Alameda.
No cabe duda que la fiesta se acaba en todas sus vertientes, empresarios, apoderados, ganaderías, toreros y comentaristas, que se dan coba los unos a los otros maleducando y equivocando al poco público que todavía de vez en cuando los atiende y cree en ellos, logrando así una fiesta cada vez más mediocre y conformista.