He de confesar que este título,
ya lo había usado para una
crónica acerca del “Zotoluco”,
del cual no soy particularmente seguidora, sin embargo, ese día
me gustó, porque logró imponerse sobre un toro muy
malo, dominándolo y sometiéndolo, luciendo a plenitud su
estilo.
Me da mucha impotencia no ver en matadores jóvenes mexicanos, el
entendimiento de la belleza del poder. Si no hacen derechazos y naturales, no
se sienten completos, pero hay que tener en cuenta, que hay toros a los cuáles
es imposible ejecutárselos, porque simplemente, no se puede. En cambio, luce
mucho otro tipo de lidia, porque habla del poder del torero, y del
entendimiento que éste tiene, acerca de las condiciones del toro. Esto viene a
colación,
por la faena del viernes de Adame en Madrid a su segundo toro, que más que toro, era el demonio
mismo. Se que he insistido mucho en este tema, pero si el torero en cuestión no demuestra observación
y análisis,
lo único que logra es verse
absolutamente a la deriva. Y además,
hay toreros que por sus mismas características,
deben afianzar un estilo, y el corte de Joselito no es precisamente de detalles
exquisitos que pudieran justificar su limitación
de torero poderoso. Madrid es una plaza, donde si no se le ven posibilidades al
toro, hay que abreviar, pero de forma inteligente. El toro no daba posibilidad
para nada. Sé que estando en una plaza tan importante, la intención
de cualquier torero es demostrar por qué está ahí, pero, con lo ya toreado por Joselito
en todos lados, lo conducente con ese toro, era lidiarlo, como hasta el final
lo hizo, y ahorrarse tanto intento de derechazos y naturales imposibles. ¿Qué
necesidad de verse perdido, si desde el principio el toro apuntaba tan mal? Mi
percepción
es que ha recaído sobre Joselito Adame la responsabilidad de salvar a la Fiesta,
y tanta presión y tanto
desgaste, no permite ver ni actuar con lucidez. La administración de Adame lo está reventando, sin darle un
segundo de tregua. Joselito trae la consigna sobre sus hombros de triunfar a
como de lugar, cosa que está bien, pero según el toro, es la lidia, y hay otro tipo de faenas
que son muy apreciadas y muy reconocidas y lamentablemente los jóvenes
todo lo han suplido con encimismo y tremendismo. Mientras no entiendan que hay
que echar mano a otro tipo de recursos, cuando no hay otra posibilidad, no van
a poder salir a flote, sobre todo en España, donde estamos viendo unos toros con
mucho sentido, muy complicados y muy peligrosos.
Por eso, toreros como César Rincón
hacen época, por eso abrió tantas veces la Puerta Grande
en Madrid, porque consciente de que no era un torero de los denominados de arte,
dejó
marcado su nombre en la historia del toreo por su inteligencia, su capacidad
lidiadora y su sometimiento.
También el
poder tiene estética. También el poder es arte.
monibay@hotmail.com
2 comentarios:
Definitivamente el segundo enemigo de Adame en la corrida del 30 era un animal espanto. Habiendo convivido con toros de lidia una buena etapa de mi vida profesional, te aseguro que ese animal me generó un auténtico miedo y jamás hubiera pensado estar frente a él. Considero que es el mismo Adame quien se presiona a triunfar a como dé lugar, lo bueno es que cuenta con los recursos. Felicidades por una óptica y un tema bien llevado.
Muchísimas gracias por tu comentario. Un saludo.
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