sábado, 31 de mayo de 2014

La estética del poder

He de confesar que este título, ya lo había usado para una crónica acerca del “Zotoluco”, del cual no soy particularmente seguidora, sin embargo, ese día me gustó, porque logró imponerse sobre un toro muy malo, dominándolo y sometiéndolo, luciendo a plenitud su estilo.
Me da mucha impotencia no ver en matadores jóvenes mexicanos, el entendimiento de la belleza del poder. Si no hacen derechazos y naturales, no se sienten completos, pero hay que tener en cuenta, que hay toros a los cuáles es imposible ejecutárselos, porque simplemente, no se puede. En cambio, luce mucho otro tipo de lidia, porque habla del poder del torero, y del entendimiento que éste tiene, acerca de las condiciones del toro. Esto viene a colación, por la faena del viernes de Adame en Madrid a su segundo toro, que más que toro, era el demonio mismo. Se que he insistido mucho en este tema, pero si el torero en cuestión no demuestra observación y análisis, lo único que logra es verse absolutamente a la deriva. Y además, hay toreros que por sus mismas características, deben afianzar un estilo, y el corte de Joselito no es precisamente de detalles exquisitos que pudieran justificar su limitación de torero poderoso. Madrid es una plaza, donde si no se le ven posibilidades al toro, hay que abreviar, pero de forma inteligente. El toro no daba posibilidad para nada. Sé que estando en una plaza tan importante, la intención de cualquier torero es demostrar por qué está ahí, pero, con lo ya toreado por Joselito en todos lados, lo conducente con ese toro, era lidiarlo, como hasta el final lo hizo, y ahorrarse tanto intento de derechazos y naturales imposibles. ¿Qué necesidad de verse perdido, si desde el principio el toro apuntaba tan mal? Mi percepción es que ha recaído sobre Joselito Adame la responsabilidad de salvar a la Fiesta, y tanta presión y tanto desgaste, no permite ver ni actuar con lucidez. La administración de Adame lo está reventando, sin darle un segundo de tregua. Joselito trae la consigna sobre sus hombros de triunfar a como de lugar, cosa que está bien, pero según el toro, es la lidia, y hay otro tipo de faenas que son muy apreciadas y muy reconocidas y lamentablemente los jóvenes todo lo han suplido con encimismo y tremendismo. Mientras no entiendan que hay que echar mano a otro tipo de recursos, cuando no hay otra posibilidad, no van a poder salir a flote, sobre todo en España, donde estamos viendo unos toros con mucho sentido, muy complicados y muy peligrosos.
Por eso, toreros como César Rincón hacen época, por eso abrió tantas veces la Puerta Grande en Madrid, porque consciente de que no era un torero de los denominados de arte, dejó marcado su nombre en la historia del toreo por su inteligencia, su capacidad lidiadora y su sometimiento.
También el poder tiene estética. También el poder es arte.

monibay@hotmail.com   

2 comentarios:

lgsosar dijo...

Definitivamente el segundo enemigo de Adame en la corrida del 30 era un animal espanto. Habiendo convivido con toros de lidia una buena etapa de mi vida profesional, te aseguro que ese animal me generó un auténtico miedo y jamás hubiera pensado estar frente a él. Considero que es el mismo Adame quien se presiona a triunfar a como dé lugar, lo bueno es que cuenta con los recursos. Felicidades por una óptica y un tema bien llevado.

Luna Turquesa dijo...

Muchísimas gracias por tu comentario. Un saludo.