Domingo 8 de diciembre de 2013.
8a Corrida
Uriel Moreno “El Zapata”
Fermín Spínola
Daniel Luque
Ganadería: Valparaíso
Regalo: Xajay
Ésta fue una de aquellas tardes en las que ver la película
de “Caperucita
y Pulgarcito contra los monstruos” hubiese resultado más
edificante.
Si me preguntan qué rescato de esta tarde…
quizá
un par de detalles de Luque, que ni siquiera tuvieron tanta sustancia como para
trascender.
Uriel tuvo la intención de ser vistoso desde el inicio
pero pos no más sus tipo zapopinas
de rodillas no le salieron. De por sí
es complicada la zapopina y su vistosidad radica en darle giros y extensión al capote, se necesita mucha
destreza y la altura es fundamental…
¿pero de rodillas? ¿Pos cómo? Ganas de innovar sin ton ni
son. Por supuesto, no logró
nada con el capote, y tampoco con las banderillas, el plato fuerte del “Zapata”.
Por lo que ustedes quieran, características del toro, etc, ni toros,
ni torero lograron transmitir nada de nada.
“El Zapata” hubiera podido haber resuelto
una faena con dotes lidiadoras y no lo hizo. Lamentablemente en los tres
tercios de ambos toros, lo vi mal.
Este torero ha toreado mucho, y si
actualmente sabemos que la gran mayoría
de los toros salen sosos, sin casta y sin emoción…
¿por qué quieren resolver todo a base de
derechazos, naturales y adornos? Cuando el toro no se presta, hay recursos más validos y que además la gente valora, en vez de
estar tratando de sacar derechazos a un toro que si los tiene, no proyectan
nada. Y luego, para “fregarla
de acabar” matando mal.
Vi al “Zapata”
diferente que en sus temporadas anteriores, como cumpliendo con la fecha. Como
a gusto con ser triunfador en plazas de provincia. Pero no hay que confiarse, cinco
minutos de fama se acaban pronto.
A Fermín Spínola
lo he visto muy bien muchas veces. Pero esta tarde, sin estar mal, valiente, empeñoso y meritorio, siento que debe
caer en cuenta que el tiempo pasa, los chamacos vienen empujando fuerte y él no más no va pa ningún lado.
Las temporadas pasan y él
pasa inédito. No se puede vivir de
la faena a “Príncipe”. Esa ya pasó
hace un par de años. Sus toros, es cierto,
ninguna perita en dulce, pero Fermín es
un torero recio, con técnica,
con sobriedad, con recursos. Tuvo momentos de temple, meritorios ante un toro áspero, es cierto, hacía aire, es cierto... Pero si llevase
en su mente que quizá es
su última tarde en México, quizá la brusquedad y el aire, pudieran
pasar a un segundo término.
Sus banderillas me gustaron más que las del “Zapata” (quien por cierto le echaba chicos ojotes de pistolota re
feos) pero tampoco fueron cosas del otro mundo.
Y vuelvo a lo mismo, ninguno de sus
toros era bueno, el segundo pegajosillo, pero todo lo quieren torear a derechazos
y naturales, torear como de salón
pero ¿qué no entrenan con otro tipo de toro? Sabemos
que un toro que se preste para florituras es un garbanzo de a libra.
La oreja que cortó Spínola fue por la estocada entera a su segundo toro, pero
tampoco había petición mayoritaria que la justificara.
Daniel Luque no ha caído con el pie derecho en esta plaza. En la temporada pasada
hasta desganado lo recuerdo. Esta tarde fue quien dejó mejor sabor de
boca por sus detalles de arte, pero que al final, no acabaron de ser lo
suficientemente sustanciosos como para hablar de una faena. Es valiente y tiene
buen gusto. Sus toros complicadillos, pero él, acostumbrado a torear toros con edad, con trapío, con sentido,
hubiese podido demostrar más, ante lo que para él deben ser unos novillos.
Desdenes, trincherazos, derechazos… bien, a secas, lo más bonito fueron unos lances a su segundo y luego le caminó bonito con la
muleta, poquito, pero bonito. Matando mal en su primero y también mal en su
segundo, pero como en su segundo fue entera… donde sea, si quieren trasera, si quieren tendida,
pero todo es toro… pues que le
dan una oreja.
Como ignoraba lógicamente que le iban a dar una oreja, porque la oreja fue
ilógica, que se
aventura a anunciar un toro de regalo.
Y ahí fue donde,
cuando salió una rata de
alcantarilla por toriles (de Los Ébanos), invadió la confusión. Yo creo -son conjeturas mías- que Luque, al ver semejante tlacuache, se ha de
haber negado a torear eso y ahí empiezan las mentiras… que era una confusión, que ese toro quien sabe de quién era, que
nadie sabía qué hacía ahí, que quién sabe cuánto tiempo
llevaba ahí, que no era el
que correspondía al de regalo...
pero lo cierto es que la vergüenza es cada día mayor, tomando en cuenta que con tanta comunicación de internet, estos
festejos se ven en todas partes del mundo. Qué pena, de verdad. Total, que ahí va pa´ dentro la rata
de alcantarilla (que por cierto, la van a aprovechar para la posada de la
plaza, para jugar al dominó y el futbol…) y sacaron un toro de Xajay, donde al final Luque no logró hacerle nada,
la gente ya cansada y con frío, el toro malo y lo mató mal.
Para las estadísticas, dos orejas, para la realidad, una corrida donde no
hubo nada en claro, ni los toros, ni los toreros, ni las banderillas, ni las
orejas, ni los regalos, ni la fecha de la posada de la plaza.
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