lunes, 9 de diciembre de 2013

Dos absurdas orejas

Domingo 8 de diciembre de 2013.

8a Corrida

Uriel Moreno El Zapata
Fermín Spínola
Daniel Luque

Ganadería: Valparaíso
Regalo: Xajay

Ésta fue una de aquellas tardes en las que ver la película de Caperucita y Pulgarcito contra los monstruos hubiese resultado más edificante. 
Si me preguntan qué rescato de esta tarde quizá un par de detalles de Luque, que ni siquiera tuvieron tanta sustancia como para trascender.
Uriel tuvo la intención de ser vistoso desde el inicio pero pos no más sus tipo zapopinas de rodillas no le salieron. De por sí es complicada la zapopina y su vistosidad radica en darle giros y extensión al capote, se necesita mucha destreza y la altura es fundamental ¿pero de rodillas? ¿Pos cómo? Ganas de innovar sin ton ni son. Por supuesto, no logró nada con el capote, y tampoco con las banderillas, el plato fuerte del Zapata
Por lo que ustedes quieran, características del toro, etc, ni toros, ni torero lograron transmitir nada de nada.
El Zapata hubiera podido haber resuelto una faena con dotes lidiadoras y no lo hizo. Lamentablemente en los tres tercios de ambos toros, lo vi mal.
Este torero ha toreado mucho, y si actualmente sabemos que la gran mayoría de los toros salen sosos, sin casta y sin emoción ¿por qué quieren resolver todo a base de derechazos, naturales y adornos? Cuando el toro no se presta, hay recursos más validos y que además la gente valora, en vez de estar tratando de sacar derechazos a un toro que si los tiene, no proyectan nada. Y luego, para fregarla de acabar matando mal.
Vi al Zapata diferente que en sus temporadas anteriores, como cumpliendo con la fecha. Como a gusto con ser triunfador en plazas de provincia. Pero no hay que confiarse, cinco minutos de fama se acaban pronto.
A Fermín Spínola lo he visto muy bien muchas veces. Pero esta tarde, sin estar mal, valiente, empeñoso y meritorio, siento que debe caer en cuenta que el tiempo pasa, los chamacos vienen  empujando fuerte y él no más no va pa ningún lado. Las temporadas pasan y él pasa inédito. No se puede vivir de la faena a Príncipe. Esa ya pasó hace un par de años. Sus toros, es cierto, ninguna perita en dulce, pero Fermín es un torero recio, con técnica, con sobriedad, con recursos. Tuvo momentos de temple, meritorios ante un toro áspero, es cierto, hacía aire, es cierto... Pero si llevase en su mente que quizá es su última tarde en México, quizá la brusquedad y el aire, pudieran pasar a un segundo término.
Sus banderillas me gustaron más que las del Zapata (quien por cierto le echaba chicos ojotes de pistolota re feos) pero tampoco fueron cosas del otro mundo.
Y vuelvo a lo mismo, ninguno de sus toros era bueno, el segundo pegajosillo, pero todo lo quieren torear a derechazos y naturales, torear como de salón pero ¿qué no entrenan con otro tipo de toro? Sabemos que un toro que se preste para florituras es un garbanzo de a libra.
La oreja que cortó Spínola fue por la estocada entera a su segundo toro, pero tampoco había petición mayoritaria que la justificara.
Daniel Luque no ha caído con el pie derecho en esta plaza. En la temporada pasada hasta desganado lo recuerdo. Esta tarde fue quien dejó mejor sabor de boca por sus detalles de arte, pero que al final, no acabaron de ser lo suficientemente sustanciosos como para hablar de una faena. Es valiente y tiene buen gusto. Sus toros complicadillos, pero él, acostumbrado a torear toros con edad, con trapío, con sentido, hubiese podido demostrar más, ante lo que para él deben ser unos novillos.
Desdenes, trincherazos, derechazos bien, a secas, lo más bonito fueron unos lances a su segundo y luego le caminó bonito con la muleta, poquito, pero bonito. Matando mal en su primero y también mal en su segundo, pero como en su segundo fue entera donde sea, si quieren trasera, si quieren tendida, pero todo es toro pues que le dan una oreja.
Como ignoraba lógicamente que le iban a dar una oreja, porque la oreja fue ilógica, que se aventura a anunciar un toro de regalo.
Y ahí fue donde, cuando salió una rata de alcantarilla por toriles (de Los Ébanos), invadió la confusión. Yo creo -son conjeturas mías- que Luque, al ver semejante tlacuache, se ha de haber negado a torear eso y ahí empiezan las mentiras que era una confusión, que ese toro quien sabe de quién era, que nadie sabía qué hacía ahí, que quién sabe cuánto tiempo llevaba ahí, que no era el que correspondía al de regalo... pero lo cierto es que la vergüenza es cada día mayor, tomando en cuenta que con tanta comunicación de internet, estos festejos se ven en todas partes del mundo. Qué pena, de verdad. Total, que ahí va pa´ dentro la rata de alcantarilla (que por cierto, la van a aprovechar para la posada de la plaza, para jugar al dominó y el futbol) y sacaron un toro de Xajay, donde al final Luque no logró hacerle nada, la gente ya cansada y con frío, el toro malo y lo mató mal.

Para las estadísticas, dos orejas, para la realidad, una corrida donde no hubo nada en claro, ni los toros, ni los toreros, ni las banderillas, ni las orejas, ni los regalos, ni la fecha de la posada de la plaza.

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