Ante esta novillada de Marrón, nadie protestó.
¿Estoy
yo mal? ¿Ya
me estoy predisponiendo negativamente a todo lo que sale por toriles en la México?
¿O
es que hemos llegado al punto de confusión, a fuerza de costumbre donde se nos
ha olvidado qué es lo que vamos a ver? Acostumbrarse a lo mediocre…
terrible presagio del fin.
Ante estos novillos de Marrón se enfrentaron tres jóvenes
toreros.
Y lo triste es que por más empeño que pongan, detalles y buenas
intenciones, una faena nunca podrá ser lo importante que debiera, si
Matadores de toros con alternativa, se enfrentan en “la plaza más
importante de México” a novillos. Se podría pensar que las “Figuras”
son las que imponen este tamaño de animal, pero cuando vemos que
otros toreros, que todavía no llegan a ese sitio, igual los torean, pues la cosa se
pone más
deprimente de lo que suponíamos.
Todos ellos están pasando a ser “Una
estrella más del canal de las estrellas”, donde todo es una mentira bien
adornada, donde lo que prevalece es la superficialidad, donde nadie reclama,
donde todos se alinean al sistema y donde todos aplauden cuando les ponen el
cartón
que dice: “Aplausos”.
De Arturo Macías “El Cejas”, pese a que estuvo toda la tarde con
empeño,
valiente y por momentos templando a sus toros (sosos y con poco recorrido) en
derechazos muy largos, lo que más recuerdo de él en esta tarde, es
cuando se fue a los medios, donde de manera igual de “espontánea”
como cuando Talavante le canta a sus toros, justo en los medios, se sintió
incómodo
con su peinado de cabeza y de cejas, por lo cual consideró
prudente darse una “manita de gato” ahí mismo, y luego, pausadamente, se echó
el capote a la espalda. Hubiera bastado con echarse igualmente pausado el
capote a la espalda… ahh y luego se le arrancó de largo el animalito y ejecutó
unas saltilleras, caleserina y brionesa.
Fermín Rivera, siendo un torero con cualidades tan valiosas, tan serio,
tan seguro, con una personalidad tan diferente a todos los demás,
no acaba de romper, pese a que estuvo verdaderamente bien en sus dos toros, aunque
le fue posible lucirse más en su primero, donde por sus fallas con el acero, no cortó
una oreja, que le hubiera venido muy bien.
Este torero es muy importante ¿qué le hará falta? ¿Apoyo para ir a España
a foguearse? Yo creo que también le hace falta que le echen animales
en edad, con transmisión, con raza, corridas verdaderas donde luzca su técnica,
su reposo, su forma tan sobria y tan verdadera de torear. Necesita apoyo en
todos los sentidos. Conviene ser paciente, porque este torero tiene mucho más,
que muchos otros. Estamos aburridos de ver pegar pases sin contenido. Este
torero tiene mucho qué decir, con menos palabras. Viene a torear al toro, no a la
gente. Centrado, con técnica, sin aspavientos que tan gordos caen. Es valiente,
pero lo hace ver todo tan fácil y tan natural, que a lo mejor no
es tan vistoso como lo puede ser para las masas los encimistas y los
alardeadores. Lo que se dice con verdad, no necesita nada más.
Juan Pablo Sánchez, otro torero de gran calidad, diferente
por su cualidad principal, el temple: decir algo con la distancia precisa y con
la velocidad precisa, cambiar la velocidad del toro, por la del torero; es en
ese lapso, lograr un diálogo entre ambos.
Y no todos los toreros tienen ese don, los que no lo tienen,
pegan pases y más pases, sin que pase nada.
Ojalá el cambio de apoderado le siente bien y por fin despegue su
carrera como debe ser.
Esta tarde estuvo muy bien, aprovechando a sus toros en
lo que se podía, porque igual que los de sus alternantes, eran toros
sositos y sin recorrido, aunque su primero no tenía malas ideas y era fijo, por lo que
lo pudo aprovechar en muletazos largos y templados.
Si los toros no pueden transmitir emoción,
raza, peligro… los toreros por más que se trepen al toro, que le peguen
en los cuartos traseros, que les griten, que se paren de cabeza, poco pueden
hacer para revertir la situación, a menos que sean unos lidiadores
consumados.
Sé que el encimismo es un recurso, a veces necesario cuando
los toros no dejan otra opción, pero ¿cuándo podremos ver una faena de trazos
extensos, con distancias, con aire... claro, para eso hace falta un toro con
recorrido.
Ahora el torero tiene que encimarse para interesar
tantito al público, tristemente a la mayoría emociona, no la creación
de arte, sino la posibilidad de una cogida.
El tema de los regalos
Hay gente que argumenta que con tal de ver muchos toros,
que regalen lo que quieran, pero no creo sea el caso. Los toreros salen con la idea
de que hay el recurso de regalo, cuando deben salir con la mentalidad de que ese
toro que van a lidiar, es su única oportunidad, y por ende, darlo
todo, entregarse, sacarle el máximo provecho.
Todo toro tiene su lidia y lo han demostrado muchos
matadores.
Soy de la opinión de que hay que reglamentar el tema
de los toros de regalo, como hay que tirarse a matar en un tiempo X, si no,
esta plaza, tan falta ya de categoría, seguirá hundiéndose
en la pachanguería...
Esto parece ya fiesta de quince años, donde ni el
chambelán
era profesional, ni la quinceañera era lo inocente que sus padres
suponían.
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