¡Pero qué rechula se veía la
plaza prácticamente llena en el numerado! Con ambiente de tarde grande, para
darle una lección a los antis que estuvieron afuera manifestándose. Como para
decirles: “Señores, digan y hagan lo que quieran… que esto no se acaba”.
32,000 personas convocadas
ante la inauguración de la Temporada, ojalá las entradas sean buenas todas,
ojalá demostremos que estamos unidos y que no nos vamos a dejar.
Muy interesante esta corrida
inaugural, donde se demuestra que la suerte es un factor preponderante en la
Tauromaquia y que conjuntamente con la suerte, vienen las ganas y la convicción
del que quiere ser, o más bien, del que ya es, pero quiere serlo siempre.
En términos generales, el juez
Jorge Ramos fue justo, a excepción del arrastre lento al segundo toro de Adame.
Como saben, yo nunca he sido
seguidora de Joselito, pero he de confesar que esta tarde me convenció. Aunque
es justo también decir que le tocaron los mejores toros de la tarde. Sobre todo
el primero, “Gravado en el alma" (así, con v de vaca) de Julián Hamdan.
Qué bárbaro, qué toro tan bueno. Y Joselito lo supo aprovechar desde el capote,
hasta el final de la faena con muleta. Desde su salida, el toro demostró su enorme
calidad, nada que ver con los dos anteriores (el primero un toro exageradamente
engordado que no pudo con sus kilos y el segundo, haciendo cosas extrañas,
peligrosas, colándose, revolviéndose en corto sin dejar confiarse ni un segundo
al torero).
Cabe destacar la evolución tan
notoria que ha tenido Joselito en todo, a comparación de la última temporada
que estuvo en México, donde estuvo muy bien, pero ahora viene en otra actitud y
con otro corte. Empezando por su forma de vestir donde se nota la asesoría de
alguien. Luego, su actitud tan seria, demasiado seria para mi gusto.
En su primer toro, me encantó.
Ha afinado su estilo, y claro, después de todo lo que ha toreado en Europa
adquirió mucho sitio, mucha seguridad, y eso se demuestra en el ruedo, donde de
tan seguro, ya se puede dar el lujo de sentir su toreo, de imprimirle buen
gusto, de imprimirle arte a lo que hace. Un Joselito Adame relajado,
gustándose, con clase.
Esta tarde fue suya y este
triunfo se lo ha ganado a pulso, por lo que ha
hecho en toda su trayectoria. Y qué gusto verlo salir a hombros, después de
tener méritos sobrados para torear la temporada pasada y que no lo hayan puesto
por desacuerdos de escritorio. Así saben mejor los triunfos, tras injusticias
anteriores.
Otro punto importantísimo en
Joselito Adame es la enorme conexión que logra con el tendido. La gente lo
adora, se identifica con él y este factor, es el que crea ídolos.
Esta tarde, Joselito le
imprimió temple, lentitud y buen gusto a sus faenas, sobre todo a la primera, con
ese toro excepcional. Recursos variados, técnica, tiempo y espacio para sus
toros.
En el recuento, Joselito cortó
tres orejas, en su segundo pedían el rabo, pero hubiera sido una exageración.
Y el reconocimiento al primer
toro con el arrastre lento. A su segundo también se lo dieron, pero no lo
merecía.
Esta tarde los picadores
estuvieron moderados. No se acabaron a los toros en varas, como ya es
costumbre.
La tarde fue de Joselito, lo
cual aumenta la expectativa para el mano a mano con José Tomás. Adame irá por
el triunfo a toda costa y José Tomás también. Por fin, un verdadero mano a
mano, lo que la afición tanto ansía.
Me quedan en la memoria los
desdenes de Adame, como haciéndoselos a todos los sinsabores que ha tenido que
pasar, a todos los percances y a la mismísima muerte.
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