El tema de actualidad, es la ausencia de las Figuras punteras
en la Feria de Sevilla (“El Juli”, Morante, Perera, Manzanares y Talavante).
Expusieron sus motivos en diferentes comunicados y todo
suena justo.
En resumen… piden respeto a los valores que representa su
profesión, específicamente en el comunicado de Julián López “El Juli”.
Después de estos mensajes tan conmovedores, nos inclinamos,
por supuesto, hacia los que visten de luces... aquellos que se juegan la vida,
aquellos que, en congruencia con su jerarquía de Matadores de toros, se
enfrentan siempre a toros, aquellos que se entregan tarde a tarde respetando a
una afición que paga un alto costo por verlos. Apoyamos a los que jamás
admitirían toros despuntados, a aquellos que aceptan un sorteo justo entre los
alternantes…
Pero… ¿existen estos personajes? ¿Por qué piden respeto por
su profesión a los empresarios sevillanos y vienen a México a faltarle al
respeto a la afición mexicana?
Las plazas en México se devalúan cada vez más, por la falta
de presencia del ganado, salvo algunos casos, que por extraordinarios, ya son
históricos.
Y además del tema de los toros, también molesta la actitud apática
con la que salen de pronto los Matadores (como el caso específico de Morante),
como haciendo el favor… cuando en España, los hemos visto resolviendo cualquier
tipo de lidia, sin importar el “corte” de torero que sean, … pero vienen aquí y
como que los “resetean”, les ponen el chip de: “No te esfuerces tanto, éstos
con poquito, están contentos”.
Y luego, si el público protesta ante la falta de presencia
de un toro o ante la actitud poco esforzada de un torero, resulta que son
“reventadores”.
Entonces ¿qué se supone que la afición debe hacer? Si
reclamamos, somos reventadores; si aplaudimos, somos villamelones; o si en
protesta a la falta de ética por parte de todos los involucrados, la afición
deja de ir a las corridas de toros, entonces somos traidores, porque ¿cómo es
posible que seamos taurinos y no asistamos. Total, que por todos lados, estamos
fritos.
Debemos exigir siempre a las empresas, toros con edad e intactos
de sus astas (a menos que sean para rejoneo), exigir a los “Figurines” que
actúen conforme al respeto que ellos piden, conforme a su experiencia y trayectoria
y conforme al sueldo que ENTRE TODOS les pagamos, y exigir a las autoridades que
los premios sean justos, sea la plaza que sea.
Y si los Matadores quieren venir de vacaciones… que
se pongan bañador, en vez de traje de luces.
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