"Cualquiera puede
introducirse en lo más reñido de la batalla y morir. Para un samurái es un
verdadero valor saber vivir cuando ha de vivir, y morir cuando ha de
morir".
Quien se alinea a una filosofía, no adopta algo nuevo. Es su
misma esencia, la que finalmente encuentra las palabras precisas, su orden y su
estructura.
Así encontró Antonio Corbacho, en la filosofía de los
guerreros samuráis, la metodología para guiar, bajo otra perspectiva, a los
toreros que formó.
Y es que este hombre era diferente de por sí. Y los hombres
diferentes, son de otra manera, y por ende, coinciden con seres igualmente distintos.
Como cuando nadie más se había dado cuenta, pero Corbacho se
percató que aquel joven de Galapagar, tenía algo distinto a los demás, y vislumbró,
antes que fuera evidente para todos, lo grande que podría llegar a ser. Luego
el destino, una vez completada la formación, se encargaría de separarlos. Y es
que los fundamentos, cuando se transmiten sólidamente, se aprenden para siempre.
Hay personas cuya misión es guiar, descubrirles el camino a
aquellos que tienen pies para andarlo.
Imposible hablar de Antonio Corbacho sin hablar de José
Tomás. Porque un hecho es el resultado de muchas circunstancias. La mayor parte
del mérito es del torero, su espíritu, su valor, su convicción y su
personalidad, pero… ¿habría sido el que es, sin esos primeros años al lado de
Antonio? No lo sabremos nunca, porque la historia fue de esa manera y no de
otra.
Y la distancia posterior se dio porque la formación estaba
consolidada, había que seguir el camino. ¿Una ruptura?… sólo ellos lo saben.
Cuando lees un poco acerca de la filosofía samurái, empiezas
a comprender esa actitud estoica de José Tomás frente a los toros, frente a sí
mismo, frente a la vida y frente a la muerte.
El maestro triunfó, pese a no haber estado junto al
discípulo en los años que lo consolidaron como el mito que ahora es, sin
embargo, pudo atestiguarlo a una distancia prudente.
Corbacho llevó a otros toreros, como al mexicano Arturo
Macías “El Cejas”. Tomó sus poderes en un momento importante de su carrera, sin
embargo, y nunca sabremos por qué sucedieron así las cosas, lo llevó a España
con corridas que no debieron ser las que fueron, constituyendo ésto, con la sangre
de Arturo por precio, un bache muy importante en su trayectoria, mismo que le fue
difícil superar.
Volviendo al tema de la filosofía samurái, hay varios puntos
que vale la pena compartir y contextualizarlos dentro de la Tauromaquia:
"El camino del samurái se encuentra en la
muerte. Una vez que el guerrero está preparado para el hecho de morir, vive su
vida sin esta preocupación".
“Un samurái debe tener valor heroico. Vivir la vida de forma
plena, completa, maravillosa. El coraje heroico no es ciego. Es inteligente y
fuerte. Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución”.
“El aprender y el aprendizaje están hechos para ser
olvidados. Es entonces que el cuerpo es capaz de desplegar por primera vez, y a
su máxima expresión, el arte adquirido por el entrenamiento de varios años. El
cuerpo se moverá automáticamente, sin un esfuerzo consciente. Cuando se llega a
este nivel, todas las enseñanzas son tiradas al viento, con una mente
perfectamente inconsciente de su propio trabajo”.
“El auténtico
samurái sólo tiene un juez de su propio honor, y es él mismo”.
Descanse en paz, Antonio Corbacho (1951 - 2013).
1 comentario:
UNA VEZ MÁS NOS SORPRENDE ESTA JOVEN ESCRITORA CON LA PROFUNDIDÁD DEL TEMA Y NOS ENVUELVE DULCEMENTE SIN QUE PODAMOS DEJAR EL PUNTO Y LOS MÚLTIPLES CONCEPTOS, INTERROGANTES, HASTA LLEGAR AL FIN DE SU ESCRITURA, DEJÁNDONOS CON SED DE MAS DÉ SU NARRATIVÁ. ENHORABUENA, GRACIAS Y QUE ESE SENTIMIENTO ENVIDIABLE QUE TIENES, SE TRANSFORME EN MUCHAS MAS LETRAS PARA DELEITE DE TODOS.
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