domingo, 10 de enero de 2010

El lenguaje mudo de una lágrima


En el tiempo en que he estado involucrada en el mundo taurino, me ha tocado ver todo tipo de lágrimas: lágrimas de impotencia, ante la imposibilidad de cuajar la faena soñada; lágrimas de rabia, ante la incomprensión del público; lágrimas de dolor, ante un golpe o una cornada; lágrimas de felicidad, ante la faena lograda; lágrimas de emoción, ante los acordes de Las Golondrinas; lágrimas de incertidumbre, en la espera eterna afuera de una enfermería; lágrimas de soledad, en una oscura habitación de un hotel tras un fracaso; lágrimas de risa, en una tertulia con la cuadrilla y amigos… Pero nunca me había tocado ver llorar a un toro, como esta tarde vi a dos, de cuyos ojos, brotaban lágrimas. Me pregunto, románticamente hablando, sin tomar en cuenta que quizá el frío pudiese ser factor para la irritación ocular de dichos ojos, ¿por qué lloraban? ¿en qué estarían pensando? ¿Será que sabían lo que les deparaba ese toque de clarín?¿Será que huelen la sangre derramada de sus hermanos?¿Será que traen tanta rabia en la raza que no les cabe en el cuerpo y se sale por los ojos? No lo se, pero hoy vi llorar a dos toros, y me conmovió tanto, que me puse también a llorar.

El cartel para la décima corrida de la temporada en la México prometía muchísimo, sobre todo por el torero francés Sebastián Castella y la repetición de Fermín Spínola, tras el grato sabor de boca que nos dejó en la corrida inaugural.

Con toros de Teófilo Gómez se realizó la corrida, ante una regular entrada.

Rafael Ortega en su primero, un toro que mereció arrastre lento, lució bien con el capote. En banderillas, los primeros dos pares fueron totalmente deficientes, en mal sitio, el tercero, fue el único bien colocado, y aún así le tocaron una diana, ¿cómo? ¿de qué se trata? ¿cómo dianas después de dos pares perfectamente mal puestos? Y no suficiente con eso, el cronista Jorge Murrieta dijo, literalmente: “Ha cubierto de manera espectacular el segundo tercio”, Dios de mi vida…, por eso se nos está acabando la fiesta. Con la muleta estuvo bien en general, destacando un hermoso cambio de mano, seguido por un pase del desdén. Se fue tras la espada siendo enganchado de nuevo, como en su anterior tarde, bueno, menos feo. Cayó fulminado el toro y le otorgaron dos orejas, el público las protestó, y si le hubieran dado una, también hubiera protestado.
En su segundo toro, el primer par de banderillas mal, el segundo bien colocado y el tercero al violin, bien colocado, le volvieron a tocar una diana, pero, si el primer par estuvo muy mal, ¿para qué le tocan dianas? parece feria de pueblo, con todo el respeto que me merecen las ferias de pueblo. Con la muleta empezó sentado en el estribo, logró un extraordinario derechazo, pero no acabó de romper. Lo mató de un bajonazo.

Sebastián Castella
A este torero de personalidad arrogante, lo esperábamos con gran expectación. En su primer toro hizo un quite por chicuelinas muy ceñidas. Con la muleta fue donde empezó a emocionar al público, con pases por alto y un desdén muy torero, que guarda una enorme distancia en cuanto a transmisión y plasticidad en comparación con el ejecutado por Ortega. El toro metió muy bien la cabeza… que bien lo toreó.
Un inesperado pase cambiado por la espalda emocionó a todos, muy valiente…muy quieto, sin moverse de más. Lástima que con la espada estuvo muy mal. Tan sólo dio vuelta al ruedo. Arrastre lento para el toro.
A su segundo toro lo protestaron por su poca presencia y pese al ambiente hostil, lo toreó muy bien. El toro era muy bueno, lástima de su falta de presencia. Lo mató con media estocada trasera.
Regaló un toro al que lo toreó de inicio con una larga cambiada de rodillas.
Con la muleta empezó en los medios, con un cambiado por la espalda y otro más, emocionante y arriesgado porque hacía mucho aire. Castella se puso muy cerca. Logró un natural eterno y hermoso. Se llevó un susto, pero fue el puro golpe, con lo cual se engalló, y estuvo bien por derechazos. De nuevo mal con la espada hasta escuchar un aviso.

Fermín Spínola
En su primer toro, con el capote no logró acomodarse y con banderillas no lució como en tardes anteriores. Con la muleta tampoco acabó de cuajar, el toro era soso. Logró una tanda de derechazos limpios, pero sin llegar a más. Mató de estocada caída.
En su segundo toro, no logró nada con el capote. Con las banderillas mejor que en el primero pero sin ser espectacular. El toro no humillaba y no tenía recorrido, con la muleta no se acomodó. Un pinchazo. Dos pinchazos. Tres pinchazos. Al cuarto intento metió la espada.

Para terminar, el joven Murrieta no deja de sorprendernos con sus comentarios y palabras domingueras, ahora resulta que le llamó a Enrique Ponce el “Galáctico del toreo”… no entiendo, ¿qué quiere decir? ¿de dónde saca lo de “Galáctico del toreo” ?.
¡Que alguien lo oriente o que le pongan muting a la televisión por favor! … y es de ahí de donde aprenden las nuevas generaciones.

5 comentarios:

Octavio dijo...

Pues tal vez le lloraban por el viento frio ( perdonpor los acentos perono se los puedo poner) a mi me pasa los ojos me lagrimena con el viento frio; sin embargo y sin viento si he visto llorar a los toros.

Independientemente de lo anterior, ya va tres veces que siento pena, tristeza por el toro...nunca me habia pasado, emmpece por alejarme de los toros y ahora empiezo por compedecerme de ellos, no se que me pasa...ojala no termine en anti- taurino.

Pues yo cuando me concentro en una faena puedo aunque la tele no tenga mudo, no escucharlo, por higiene mental mi cerebro bloquea a Heriberto Murrieta, pero me he propuesto escribir un libro con sus estupideces, por ejemplo una de las ultimas, dice que Carranza abolio los toros, y es que para mi abolir no es lo mismo que prohibir..
Lo de Galactico, seguramente lo saco de Joaquin Vidal, es probable, solo que Vidal lo usaba en tono de burla hacai Jose Tomas o alguan otra figura, pero probablemente Murrieta tampoco saber leer y no distingue la ironia del gran Joaquuin Vidal.

Luna Turquesa dijo...

Me pasa lo mismo que a ti... a veces me da tristeza el toro pese a lo taurinos que podamos ser...
Ojalá escribas ese libro, creeme que seré tu segura lectora... cada día me resultan más ridículos esos comentarios... además, se dedica a copiar comentarios y hacerlos pasar por propios, aunque no los sepa ni aplicar.

Miguel Miranda dijo...

Luna, su post me dejó patidifuso.
Sin embargo, espero que ambos no terminen de antitaurinos, como algunos anarquistas e intolerantes que han pasado a dejarme mensajes obsenos y anónimos en mi blog.
Mientras, los invito a escribir una sección en este blog donde señalemos, con puntos y comas, las burradas del Joven Murrieta. Estoy seguro que superará lo del "torero galáctico" el próximo domingo.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

acaso son est�pidos? mejor no pregunto, es obvio que lo son.

si por algo lloran los toros, porque ser� si nadamas los torturan y humillan hasta la muerte para el placer s�dico de unos cuantos imb�ciles que disfrutan ver a un inocente animal desesperado por su vida mientras cobardes idiotas los pican y matan.
espero que a los que siguen esa est�pida 'tradici�n' de tortura, algun d�a alguien les clave banderillas de acero en la espalda, muriendo lentamente y ser arrastrados mientras agonizan.

Miguel Miranda dijo...

El estúpido lo serás tú, so imbécil; además de anónimo, cobarde, venir a dejar tus insultos. Por lo menos nosotros tenemos nombre y nos atrevemos a dejar una opinión. Que no te guste no es para que pases por aquí a dejar tus porquerías, ¿para qué te metes a este blog a insultar, ignorante cromañón? Primero aprende y date cuenta de que si no existiera la fiesta, el toro de lidia (animal hermoso que tiene la suerte de morir peleando) no existiría. ¿Quién es más estúpido? No pases más por aquí, por favor. No eres bienvenido.