Cuántas veces no hemos presenciado escenas de novilleros o matadores de toros que bailan más que en un tablao flamenco frente al toro, y siguen por ahí dándose aires de figuritas.
También hemos sabido de varios pseudo toreros, cuya verdadera vocación es la vagancia, que siguen pregonando "que esta si va a ser mi temporada, y que ora si nomás que me den una oportunidad la voy a armar, que nomás porque no me ha salido el toro a modo…" y todo esto mientras sus padres o padrinos alcahuetes trabajan a brazo partido para que el muchachito, que en la mayoría de los casos ya ni tan muchachito, siga sin oficio ni beneficio cuando probadamente sabe que no tiene cualidad alguna para andar en esto.
Por eso, que este domingo 13 de junio, en la segunda novillada de la temporada 2010 Christian Hernández haya aceptado, previa espantada con respectivo clavado al callejón, que tenía miedo y por eso se retira, tiene su mérito.
Dejará de engañarse como tantos otros y dará un giro a su vida, se dará la oportunidad de hacer algo que realmente disfrute.
Esto del toro es cuestión de una enorme vocación, ya que va en juego la vida misma. Y el miedo que se siente, no se debe sufrir, es un miedo a voluntad, es un miedo por disfrutar, que debe traducirse en entrega, pasión y arte.
Si no es así, lo más sabio, es hacer lo que hizo este muchacho, lástima que lo hizo en la Plaza México, donde otros muchos que si tienen con qué, sueñan torear, y frente a un público incondicional que pese a la lluvia, pagó un boleto para verlo. Es como ilusionar a la novia, y ya el día de la boda, dejarla plantada en la iglesia… pudiendo haber terminado desde antes esta relación.
En fin… que me acordé de aquel poema del Maestro Benítez Carrasco que termina así…
Era sólo que, ante el toro,
¡y con razón!
se acordaba de la vida.
8 comentarios:
Octavio, sinceramente no entiendo bien de qué lado estás. Hermosa cita de Pérez Reverte, pero el "rajao" fue Christian Hernández, un muchacho que no tuvo el arrojo suficiente para dar el brinco a la torería profesional, y como dice Luna, fue como echarse pa'tras en pleno altar.
Sin tanta poesía y en palabras llanas, es una actitud cobarde y absurda de alguien que no solo no pudo, sino que tampoco quiere. Allá él, es su vida y la vida se lo reclamará, o agradecerá. Finalmente es humano y tan terrenal como tú y como yo.
Personalmente, yo tomo lo de Christian como una metáfora de la fiesta hoy en México: ante la falta de compromiso, las nuevas generaciones hacen la graciosa huída, sin apasonada entrega.
Luna; muy buen post, siga escribiendo así.
Estimado Octavio, el espíritu de éste blog es albergar opiniones disímiles entre sí, siempre y cuando no sean ofensivas (como algunas de anti-taurinos que pasan por acá a dejar insultos inoperantes). Tú eres parte importante de éste blog y no tengo por qué correrte, a menos que tú ya no quieras participar, lo cual sería muy triste debido a que compartimos esta afición magnífica.
En realidad, no estamos tan en desacuerdo, simplemente vimos la situación desde diferente ángulo.
Un abrazo.
Me da enorme tristeza que un post sin mayor pretensión que dar mi particular y muy personal punto de vista haya desencadenado en estos comentarios para mi gusto, excesivos.
Mi respetado Octavio, mucho te agradezco que pese a que he notado que mis entradas te parecen muchas veces insulsas e ignorantes, sigas leyéndolas, ya que tratándose de una persona como tu, tan culta y docta y enterada, “leída y escribéida”, cada comentario tuyo, lejos de ofenderme, me instruye y alimenta.
Respecto a lo de repetirme las cosas dos veces para que me quede claro, preferiría que me las repitieras tres veces, para que me quede aún más claro, y tu puedas estar tranquilo.
Agradezco sinceramente tu interés en cada post mio, ya que en mi caso, cuando algo no me interesa o me parece banal y estúpido, simplemente dejo de leerlo. Que personas como tu me lean, habla muy bien de mis entradas.
Por otro lado, mi querido y siempre admirado Zorombático, agradezco primeramente que me des cabida en tu blog, que es una puerta abierta para puntos de vista diversos y muchas veces (como ahora) enfrentados, pero que siempre deben ser respetados. Mi más sincera admiración por tu forma de escribir y agradezco cada uno de tus comentarios hacia mis entradas, los cuales siempre han sido respetuosos.
Soy su fan Luna Turquesa... olé!!!!!!!
Soy su fan Luna Turquesa.... Olé!!!!
Miguel: Sí, por favor, noquería pedirlo así pero todo sea por la claridad: te pido encarecidamente elimines mi nombre de este blog. Que de las entradas ya me he ocupado yo.
Muchas gracias.
Octavio
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